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Página: Folletines coleccionables (Lorca). Página 11.

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Texto	^qorazón de la infeliz.—Que decida mi mujer, dijo por fin con voz apá-.gada, ecliándose á andar en pos.del coronel, j&te, al. llegar-á-ilá, casa,.-¡ se agarró á la campanilla: el caballero conteniéndole, le dijo:-r-La pobre estará durmiendo; os atreveréis á turbar su dulce sueño? —A otro con esas,—dijo el coronel; acaso ha gozado un solo momento de descanso, desde que la estáis atormentaddo con vuestra con•ducta?—y pronunciando estas palabras, dirigíase ya al cuarto de la jovén, cuando cayendo á sus pies el caballero, le dijo con desesperado acento: —Compasión, por Dios; contentaos con haberme reducido á la. mendicidad, renunciad á mi'mujer. •.•"'.• —También tuvisteis postrado de este modo ai viejo •Vertua,''miseralile! sin que lograse ablandar vuestro corazón de piedra. Sufrid, pijes, la venganza dal cielo! dijo y adelantóse todavía algunos pasos hacia el •cuarto de Angela; pero el caballero ganando la puerta de un salto, la abrió de un empujón, lanzóse sobre el lecho, separó las cortinas gritando: —Angela!... Angela!..—Luego inclinóse sobre ella, le agarró las manos •y convulsivo, con voz terrible exclamó:—Ved ló que habéis ganado!... Un cadáver! El cadáver de mi esposa! Él coronel se acercó á la cama lleno de horror... contempló á la ami-. ga dé su infancia: no daba ninguna señal de vida... Angela había muer"1:0, efectivamente. ., • . -' • • Entonces levantó el puño contra- el cielo, exhaló un ronco ahullido y • .se lanzó fuera de la casa y nunca más se ha vuelto á saber de él». , •• Aquí terminó el desconocido su relato, levantándose del banquillo, sin que el barón profundamente impresionado, acertara á dirigirle siquie.ra una palabra. ,...-'••• . • .; ; • • Algunos días después fue víctima aguél de un ataque apoplético,, que . lo condujo al sepulcro á las dos horas:examinados sus papeles se. rece noció que no llevaba elnombre de Beaudasspn, que se atribuía, sino el -de Ménars, siendo él por lo tanto el infortunado caballero del cuento; El barón dio gracias al cielo por haberle enviado este aviso; más cer- • -ca estaba del abismo, jurando no dejarse .seducir-nunca más por los fala- , ees atractivos de un vicio tan fatal; y hasta ahora ha guardado fielmente su promesa. ^ • • • ! • • - •'^'¡^••mtffmDmmftmm'
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