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Página: Folletines coleccionables (Lorca). Página 4.

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Texto	,.^vk.a¿tV;.-.;,V. t f e d V. •• • \| ¡ > ^ ^ -•iivr? ' • - M T ; . ' II . — « L a s injsmas cualidades.que brillan en.vos,.valieron al caballero de Mén.-Í^s la admiración y aprecio de los hombres y-las simpatías -de las ...damas;.sólo.qne. en su nacimiento, la fortuna no'le había favorecido .•; "'tanto .co.nio á vos, pues siendo poco! ñiénbs que pobre,, veíase obligado á vivir con suma estrechez'para.poder ostentarse .en el. mundo con de- • cencia,. toda, vez que á ello le obli<raba- sa. familia; Como una- pérdida • cualquiera, por insignificante que fuese,, podía echar al traste su _ económico régimen.de vida, es inútil de'cir que.se abstenía de jugar, sin que : , porestp.se impusiera el. más.leve sacrificio,, pues nunca había _sehtido •-hacia, el juego la menor, inch'nación. Por lo demás, la suerte-en , tod.as • . : sus empi-esas le salía por los ojos, haciéndose proverbial entre sús.ami-:.. . ^'ff9s:)f, conocidos. >:,.;\.;¿ ,..;.. ;'.'.:;;;;^\ ,.^ -; :V ;;>-.;,.'•/•^•.' • r-.". Una noche, contra-.su-costumbre,, dejóse coiiducir.'á una casa de. juego'j y.pronto vio á' los amigos-.que le acompañaron abandonados á " "los azares de la bafaj?i.' Preocupado..por .pensamientos muy distintos, / paseábase el caballero áTíó' largo de la sala, y SÓICT'de cuando en.cuándo ." •ge detenía un momento-junto ¿ l a mesa, donde brillaban considerables ihpn.tones .¿le oro/ que.él banquero recogía á.'cadá punto. Ün yi.ejo'có- ^ " ; ronel.reparó.una.-yezjín,él,.y.dijo en alta yoz:.T-Por vida ,de;:todos los .diablos!,Por.aquíanda. "el caballero de Ménars con, toda.su buéna.'estre- " J ; !.->ná, y si hada.gaoajnos juraría:que consiste en que-no..ha tomado parti-'.-, do hi'éri.favor-de-la j3anca,.iii de. los"jugadores; pero áfe^mía. que esto ' - no ha deiiéguLr.así, y.'que.ahora mismo va á apuntar.por mucuenta': .Ea,- . .pues,.aravíoj^;-..^_^^;,;;.;.,::-...,.,.,,,j,,^,.;.; ^.r, -.;r;v.-._....;./.•:.:,;:-;.,,; -, •.:... .'.^..;";Escus,qse el caballero alegando su'poca maña, y su absoluta ignoran- cía def juego, pero el coronel insistió y le llevó á la.rnesa, sucediéndole lo que á vos. No había_^ naipe que le faltara, .de modo que al poco tiempq.había ganado una suma-considerable, pprcu'eniia del- coronel, quién • no cesaba de felicitarse .por.la excelente.idea qiie había tenido dg utilizar lá.infalible.buena suerte,del caballero.'. Esta, 'que sorprendía á todo élmundo, no Hizo en él-la menor impresión, antes bien acrecentó tanto -SU repugnancia_^por.el juego, que.al día siguiente.al sentirse molido por • • las fatip;as ffsicas-y morales" de una noche.em vela,' prometióse no entrar .nunca más en garito alguno, fuese pprlb que' fuese. Afirmóle todavía .1 :^^ \|.L;l,...„j»l^!I.W\|l\| \. .•í,^Ví5:í^;r;wsíL ....,,.,,,iDás .en..su.resoluci6nJa..goad.u5txi,(j,el,YÍej();^íOf;Sl\Slj-41.yie;LjJ.c^.a ees no tocaba naipe sin que perdiera, y no perdía sin atribuir su des- . gracia á la neutralidad del caballero. Sin embargo fue A encontrarle varias veces, suplicándole que jugase por él, ó que cuando menos permaneciese á su lado, para alejar ce^rsu r influencia al maligno-espíritu, que se complacía en desbaratar sus mejo^ res combinaciones. Sabi'do és que en parte alguna e.xisten las absurdas supersticiones que entre jugadores. El caballero únicamente pudo librar-„ •i rr-'—-mí—'firTíí^•" " s e dé tanta importunidad.' declarando de un'á'vé'z"'al'coronel" •qüe'"áiitei5'" , prefería batirse con él, que entrar de.nüevo-en un garito. Esta historia, exhornadá cpn gra copia de enigmáticos detalles, debía • correr de boca en boca y hacer pasar al caballero por hombre que mantenía secretas relaciones-con los seres sobrenaturales; pero como á pesar de lo constante de su lortuna persistía en no tocar ün naipe, .aq.iba-- . ron todos por elogiar la firrheza.de su carácter y aumentóse aun más el- , -apreció de que'era objeto. ' . • " . ' ' ' . • • ' . - . ' . ' ' ! ! " ' . ' ' . " - . ! • ' • •• ^^ ; .Apenas había transcurrido un año, cuandose encontró en "grandes apuros á consecuencia dé una" imprevista suspensión de la módica rentade qne dependía su subsistencia,viéndose precisado ' á, reciirrir á. uno de sus'mejores amigos, quién al prestarle algún'dinero,'llamóle, el Hom--'bremas estrambótico que hubiera; visto en sti vida.-^El" destino,r^Ie. dijo, — iios indica siempre el misjor.'camino para llegar'á la felfcidad,. y únicamente la indolencia tiene la culpa á veces de qué h"ó nos apresuremos á observar sus buenas.indicaciones. Áíiora bien: el supremo poder. que líos rige y "gobierna; iio te ha dicho .iioi.so al-jóidó • alguna-.'Vez:-. ^ ..•«¿Quieres oro y riquezas?"Pues vé y iueea^q•ue.^'dé"'otro "modo- serisV-,ésclavo'de los'demás»!.' •"•:' Tan .sólo entonces el recuerdo de lá extraordinaria suerte qué había-' tenido-en el .Faraónse le reprodujo en el.'espíritu, y d o r m i d o ' y des--. pierto no veía rhás que la baraja, ni oía otra voz qué ef monótono acen to del banquero, repitiendo: «Gáiíado!... Perdido!.!.'» 'acompañado del . " alagadbr tin tin de las monedasi • '. . —Es verdad,—decía para sí.—una sola noche.como aquella me sa-r-'" ca de la miseria, y ya no.habrá' para qué molestar á los amigos. Mi de- • ber consiste en no desoír la voz del destino; ' ".. ". " -i'.-í . .'El mismo arriigó que le empeñara á jugar, le acompañó ;V una-casa á' -' propósito, dándole veinte lúises oro para que pudiese proBai- fortuna; y : si había sido alortunado, apuntándo-por elcoronel, esta vez lo" fué doble-- .' . mente, pues cogía los naipes á ojos "cerrados, sindarse siquiera' la 'pe.ná ' 1 i n ' ; - ? T "::-.•-..-..- i.^M;..'.».-!,-»'-. '•.••'-'.-..:<• •'r ^•*i^ -• n'saJf."'""'^^^ "-
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