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Página: Católico instruido en su religión, El (Murcia). 19/9/1820, página 5.

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Texto	^21 „de la verdad) cada naturaleza conserva su propiedad; „asi cada una opera lo que le es propio por que no „se distinguen las naturalezas sino por las operaciones." Viendo que el error hacia cada dia mas progresos, re currió á un medio extraordinario: tomó consigo á Es teban, Obispo de Dora, le condujo al Calvario, y le dixo: A aquel que íué crucificado en este s^anto lugar, has de dar cuenta, quando venga á juzgar á los vivos y á los muertos, sí desprecias el peligro en que sc ha lla la fé: has pues, lo que yo no puedo hacer en per sona, á causa de la incursión de los Sarracenos: ves prontamente á presentarte desde esta extremidad de la tierra á la Silla Apostólica, que es en donde se hallan los fundamentos de la sana doctrina: has que c o n o z can aquellos santos personages todo lo que aquí pasa, y no ceses de suplicarles, hasta que condenen esta nueva doctrina. {Se continuará,') Continua el Diálogo 7 ? entre' Labrador. el Eclesiástico y su Ecles. Desde el nacimiento del cristianisma se acos tumbraron los fieles á no separar los dos augustos n o m bres de Jesús y Maria: cn aquellos primeros tiempos de fervor no se pronunciaba cl uno sin el otro. La R e ligión cs la misma hoy que era entonces: los verda deros fieles tienen el día de hoy el mismo amor y el mismo respeto al H i j o , é igualmente profesan á - l a Madre la misma veneración y la misma ternura que se I3 profesaba en aquellos felices tiempo. E^to es lo que junta ordinariamente estos dos augustos nombres en el corazón y en la boca de los crisiianos, especialmente á la hora de la.muerte; de modo, que no se ha visto Santo alguno que no haya tenido la devoción y el dulce consuelo de morir pronunciando los santos n o m bres de Jesús y Maria. E l santo nombre de Maria es cl terror de los infiernos, la alegria de los Angeles en
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